PRIMER PLATO 

Paso 1:

Para hacer estas berenjena con mozzarella y salsa de tomate, lo primero que vamos a hacer es preparar las berenjenas. Para ello, córtalas en rodajas de un centímetro aproximadamente, o un poco menos. Extiéndalas bien sobre un plato o, mejor aún, sobre una rejilla, y espolvoréalas bien de sal. Deja reposar así al menos durante media hora.

Pasado este tiempo, limpia el exceso de sal con la ayuda de un papel de cocina absorbente. Las berenjenas, por el efecto de la sal, habrán ‘sudado’. Al retirar la sal y esta agua, la berenjena perderá parte de su amargor y además, absorberá menos aceite mientras se cocina.

Paso 2:

Corta la bola de queso mozzarella en rodajas medianamente finas y escurre toda el agua que puedas colocando la mozzarella entre papel de cocina.

Paso 3:

Haz una especie de sándwich colocando una rodaja de queso mozzarella entre dos de berenjena. El queso debe ser más pequeño que la berenjena, es decir, no debe sobresalir.

Paso 4:

Aprieta bien tus sándwich y pásalos por harina. Dale con las manos para retirar el exceso de harina. Inmediatamente después pásalo por huevo batido.

Paso 5:

Acerca una sartén con aceite de oliva virgen extra al fuego y, cuando tenga temperatura, introduce los sándwiches y fríelos rápidamente por los dos lados. Ve haciéndolos poco a poco, en tandas de no más de dos a la vez. A medida que vayan estando, ve sacándolos a un papel absorbente para retirar el exceso de aceite.

Paso 6:

Vamos ahora con la salsa. Pela los tomates. La forma más sencilla de hacerlo es escaldándolos, para ello acerca un cazo al fuego con abundante agua y, cuando rompa a hervir, introduce los tomates con un corte en su piel en forma de cruz. Saca los tomates en 40 segundos o un minuto y pásalos a un bol con agua fría para cortar la cocción. Ahora ya podrás pelarlos con toda facilidad, con tan solo tirar de la piel.

Pica el tomate en daditos bien menudos y alíñalo con sal, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra recién molida al gusto y orégano.

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